¿Quitar la tensión del cuello y hombros en la oficina?, no te preocupes, porque aquí vamos a compartir contigo algunos ejercicios y técnicas de fisioterapia que te ayudarán a aliviar esa tensión y te sacarán una sonrisa en el proceso.
El Arte de la Tensión de Oficina
Primero, reconozcámoslo: hemos convertido la tensión en el cuello y los hombros en todo un arte. Inclinarnos hacia adelante como si fuéramos detectives resolviendo el misterio de la pantalla, encogernos de hombros como si estuviéramos tratando de abrazarnos a nosotros mismos… ¡todo eso nos ha llevado al dolor! Pero no temas, ¡hay esperanza!
Ejercicio 1: El “Estiramiento” Campeón
Siéntate erguido en tu silla y entrelaza los dedos detrás de la cabeza. Con suavidad, lleva los codos hacia atrás mientras mantienes la barbilla en alto, como si estuvieras haciendo una declaración audaz. Mantén esta pose durante unos segundos y luego relájate. Repite unas cuantas veces y siéntete libre de agregar una mirada desafiante a tu pantalla en cada repetición.
Ejercicio 2: Los “Hombros Libres” en Reunión Virtual
¿Otra reunión virtual en camino? Perfecto! Levanta tus manos y hombros hacia las arriba mientras inhalas, como si estuvieras diciendo “toco el techo”. Luego, exhala y deja caer las manos y los hombros con suavidad mientras dices mentalmente “Estoy aprendiendo a relajarme”. Repite este movimiento siempre que sientas que las reuniones te están robando la calma zen.
Ejercicio 3: El “Swipeo” de Pantalla Relajado
Después de cada cincuenta memes compartidos en el chat de la oficina, toma un momento para estirar tus dedos y muñecas. Extiende los brazos frente a ti con los dedos entrelazados girando las muñecas, como si estuvieras a punto de darle un gentil golpecito a la pantalla, y di en voz alta: “¡El arte del swipeo relajado, maestro!”
¿Quitar la Tensión en el Cuello y Hombros de la oficina? Moraleja
La vida en la oficina puede ser un desafío para nuestro cuerpo, pero con un poco de humor y algunos ejercicios de fisioterapia en el arsenal, podemos enfrentar la tensión en cuello y hombros con valentía y una sonrisa.
Así que, la próxima vez que sientas que estás a punto de adoptar la pose del “teclado encorvado”, recuerda estos ejercicios y dile a tu cuerpo: “¡Hoy no, amig@! ¡Hoy vamos a mantener la postura y la alegría!”
Y recuerda, ¡mantén esa sonrisa mientras enfrentas los desafíos de la vida de oficina! ¡Tu cuello y hombros te lo agradecerán con gratitud y un ligero movimiento de estiramiento!