Lesión de rodilla, motivo frecuente de consulta y preocupación. La fisioterapia y las medidas de cuidado personal suelen ser suficientes, y raramente se necesita una cirugía. La ubicación e intensidad del dolor de rodilla puede variar según la causa del problema.
Tipos de Lesiones de rodilla
Lesiones Musculares
Esta lesión de rodilla puede producirse por una contusión ó por la sobrecarga que se genera en el músculo. Los daños dependen de la intensidad del traumatismo y el grado de contracción muscular en ese momento. El dolor es intenso y el espasmo muscular que produce más o menos limitará en movimiento.
En los casos leves incluiremos reposo entre 4-10 días, hielo, vendaje compresivo del músculo afectado y elevación de la extremidad. Puede aplicarse un tratamiento analgésico y/o antiinflamatorio; el tratamiento de fisioterapia personalizado será imprescindible.
Lesiones Ligamentarias
Los esguinces o roturas de rodilla se producen cuando se excede la amplitud normal del movimiento. Pueden afectarse los ligamentos colaterales, los del pivote central, o incluso existir lesiones conjuntas con alteraciones de meniscos.
Las lesiones ligamentosas de rodilla pueden ser graves porque afectan a la estabilidad articular y conducir al desarrollo precoz de artrosis.
Ligamentos que se pueden afectar:
- Ligamentos colaterales
- Ligamentos cruzados
Lesiones Tendinosas
Es la lesión de rodilla más frecuente por sobreuso o trauma, provocando inflamaciones y/o roturas. El diagnóstico clínico de estas lesiones se basa en las pruebas de funcionalidad activa y resistidas, existiendo también dolor con el estiramiento pasivo. Mejoran con tratamiento de fisioterapia y analgesia indicada por un médico.
- Tendinitis del aparato extensor de la rodilla o “Rodilla del Saltador”: aparecen en deportes de salto, siendo esta última más frecuente; la inflamación del tendón rotuliano se localiza en su inserción en el polo inferior de la rótula.
- Rodilla de Corredor: se trata de una tendobursitis de la cintilla ileotibial que aparece en aficionados al jogging y también en ciclistas; se caracteriza por dolor mecánico localizado en la cara lateral de la rodilla que puede irradiar al muslo.
- Tendinitis de la Pata de Ganso: el síntoma más característico es el dolor en la parte interna de la rodilla. la causa más habitual es la pisada, que termina sobrecargando los músculos.
Lesiones Meniscales
Provocadas por mecanismo de rotación-flexión-extensión con “asincronía” de estos movimientos. Es más frecuente que se lesione el menisco interno. Dolor de inicio súbito sobre la línea articular del menisco lesionado, tumefacción por derrame que suele ser seroso, limitación en la flexo-extensión, así como un bloqueo durante la marcha.
Lesiones de la Rótula: “Condromalacia rotuliana”
Es una alteración degenerativa del cartílago de la cara posterior de la rótula. Da dolor en la cara anterior de la rótula, por un traumatismo directo o un sobresfuerzo, que empeora al subir o bajar escaleras o al permanecer sentado durante un tiempo y mejora con el movimiento. Suele asociarse a mala alineación rotuliana.
La exploración puede ser normal o presentar dolor a la palpación en el borde posterolateral de la rótula y un signo del cepillo positivo (dolor y crepitación al deslizar la rótula sobre el fémur mientras el paciente realiza contracción del cuádriceps).
El tratamiento es fundamentalmente de fisioterapia y raramente es necesario el tratamiento quirúrgico, estaría indicado en fases muy avanzadas.
Lesiones Artríticas
- Osteoartritis: es el tipo más frecuente de artritis. Es una afección por desgaste que aparece cuando el cartílago de la rodilla se deteriora con el uso y la edad.
- Artritis reumatoide: una afección autoinmunitaria que puede afectar a prácticamente cualquier articulación del cuerpo, suele variar en intensidad e incluso puede aparecer y desaparecer.
- Gota se acumulan cristales de ácido úrico en la articulación. Aunque la gota suele afectar al dedo gordo del pie, también puede aparecer en la rodilla.
- Seudogota: La seudogota, afección que suele confundirse con la gota, se debe a la formación de cristales que contienen calcio en el líquido sinovial.
- Artritis séptica: A veces, la articulación de la rodilla se puede infectar, lo que provoca hinchazón, dolor y enrojecimiento. Si tienes dolor de rodilla con cualquiera de los síntomas de artritis séptica, has de ir a un médico.
Otras complicaciones:
- Enfermedad de Osgood–Schlatter: es una inflamación de la espina tibial que se observa en niños y adolescentes en relación con el crecimiento.
- Quiste de Baker: es un quiste que se localiza en el hueco poplíteo, la zona de detrás de la rodilla. Su rotura produce dolor que se extiende por la pantorrilla.
¿Que pruebas exploratorias hay para ayudar al diagnóstico?
- Radiografías
- TAC
- Resonancia magnética nuclear (RMN)
- Gammagrafía ósea.
- Artrocentesis diagnóstica
Causas relacionadas con la localización del dolor
- Dolor por dentro de la rodilla
- En caso de una lesión de rodilla aguda se debe sospechar en un daño del menisco interno, daño del cartílago articular o daño del ligamento lateral interno.
- En caso de una lesión crónica se debe sospechar en una artritis o artrosis, una bursitis anserina o un desgarro crónico del menisco interno.
- Dolor por fuera de la rodilla
- En caso de una lesión aguda se debe sospechar en un desgarro del menisco externo, daño del compartimento externo del cartílago articular o lesión del ligamento del peroné.
- En caso de una lesión crónica se debe sospechar en una artritis o artrosis del compartimento lateral, una bursitis del bíceps femoral, una lesión degenerativa del menisco externo o un síndrome de la banda iliotibial.
- Dolor delante de la rodilla
- En caso de una lesión aguda se debe sospechar en una subluxación o dislocación de la rótula o una lesión del cartílago rotuliano. En personas entre 30 y 45 años se debe considerar la rotura del tendón rotuliano y en sujetos de entre 45 y 60 años la rotura del tendón del cuádriceps.
- En caso de una lesión crónica se debe sospechar una condromalacia de la articulación femoro-rotuliana o una tendinitis rotuliana. En jóvenes una enfermedad de Osgood-Schlatter.
- Dolor por detrás de la rodilla
- En caso de una lesión aguda se debe sospechar en daño de la cápsula posterior interna, daño del ligamento cruzado posterior o desgarros del cuerno posterior del menisco.
- En caso de una lesión crónica se debe sospechar en desgarros del cuerno posterior del menisco o un quiste de Baker.
¿Que causas pueden implicar las lesiones de rodilla?
- Sobrepeso: aumenta la exigencia sobre las articulaciones de las rodillas, incluso durante actividades comunes, como caminar o subir y bajar escaleras. Además, aumenta el riesgo de osteoartritis, ya que acelera la ruptura del cartílago articular.
- Falta de flexibilidad o fuerza muscular: los músculos fuertes ayudan a estabilizar y proteger las articulaciones y la flexibilidad muscular puede ayudar a lograr una amplitud completa de movimiento.
- Determinados deportes y ocupaciones: el esquí alpino, con las botas de esquí rígidas y las potenciales caídas, los saltos y giros del baloncesto y el impacto repetido que absorben las rodillas cuando corres o trotas aumentan el riesgo de lesiones en las rodillas. Los trabajos que requieren esfuerzo reiterado en las rodillas, como la construcción o el cultivo, también pueden aumentar el riesgo.
- Lesión previa: una lesión antigua hace que sea más probable que te vuelvas a lesionar la rodilla.
¿Que puedo hacer para prevenir las lesiones de rodilla?
- Mantén un peso adecuado: Es una de las mejores cosas que puedes hacer para las rodillas. Todo kilo extra implica presión adicional.
- Practica a la técnica: Asegúrate de usar la mejor técnica y los patrones de movimiento correctos en tu deporte o actividad.
- Gana fortaleza, mantén la flexibilidad: La debilidad muscular es la principal causa de las lesiones de rodilla. Fortalecer y estirar los músculos te ayudan a sostener las rodillas. El entrenamiento para mejorar el equilibrio y la estabilidad ayuda a que los músculos que rodean las rodillas trabajen juntos con más eficacia.
- Haz ejercicio con precaución: Si tienes artrosis o lesiones recurrentes, tal vez necesites cambiar la forma en la que te ejercitas, hacer actividad de bajo impacto como “aquagym”, al menos unos días a la semana te puede ayudar.