¿Qué son las ondas de choque?
Las ondas de choque son pulsos de energía acústica que se transmiten al cuerpo mediante un dispositivo especializado. Estos pulsos se generan en el cabezal de la máquina y se envían hacia los tejidos afectados, donde se expanden en forma de ondas de alta energía.
Aunque inicialmente las ondas de choque se usaban en el ámbito de la urología para la disolución de cálculos renales, hoy en día han demostrado ser una herramienta muy efectiva en el tratamiento de diversas patologías musculoesqueléticas en el campo de la fisioterapia.
¿Cómo funcionan las ondas de choque?
La tecnología de ondas de choque funciona a través de un mecanismo llamado mecano-transducción, que es la capacidad del cuerpo de transformar una señal mecánica (en este caso, el impulso de las ondas) en una respuesta bioquímica en los tejidos.
Cuando estas ondas se aplican a un área lesionada o dolorida, crean microtraumas controlados en el tejido que, en respuesta, promueven la regeneración celular y la formación de nuevos vasos sanguíneos. Esto, a su vez, acelera el proceso de curación y reduce el dolor.
Existen dos tipos principales en fisioterapia:
- Ondas de choque radiales: Su acción se distribuye en áreas más amplias y tiene una profundidad de penetración más superficial. Se usan principalmente para el tratamiento de patologías que afectan estructuras más cercanas a la piel.
- Ondas de choque focalizadas: Actúan en áreas muy específicas y con una profundidad de penetración mayor. Son especialmente útiles para patologías que afectan estructuras profundas, como tendones y ligamentos.
¿Para qué sirven las ondas de choque en fisioterapia?
Las ondas de choque son eficaces en el tratamiento de patologías relacionadas con dolores crónicos, lesiones deportivas y problemas de inflamación en músculos y tendones.
Sus efectos son múltiples:
- Reducción del dolor: Las ondas de choque interfieren con la transmisión del dolor al sistema nervioso central, reduciendo de forma rápida la percepción del dolor en el área afectada.
- Regeneración tisular: Al estimular la circulación y la formación de vasos sanguíneos, las ondas promueven la regeneración de tejidos.
- Aumento de la flexibilidad: Mejoran la movilidad y reducen la rigidez en los tejidos tratados.
- Efecto antiinflamatorio: Al romper la calcificación en tendones y tejidos, disminuye la inflamación.
¿Cómo se aplica el tratamiento de ondas de choque?
El tratamiento con ondas de choque es bastante sencillo y se realiza en sesiones de corta duración, de entre 5 y 15 minutos, dependiendo de la zona y la gravedad de la lesión. Generalmente, el paciente no necesita ninguna preparación especial antes de la sesión.
- Evaluación inicial: El fisioterapeuta examina el área afectada y establece un plan de tratamiento.
- Aplicación de gel conductor: Se coloca un gel en la piel del paciente que mejora la transmisión de las ondas hacia los tejidos.
- Ajuste del cabezal de la máquina: El cabezal se configura en los parámetros adecuados, tanto en frecuencia como en intensidad.
- Aplicación de las ondas: El fisioterapeuta aplica las ondas de choque en la zona afectada de manera controlada. Durante el tratamiento, el paciente puede sentir molestias leves, especialmente si la zona está inflamada, pero en general no es muy doloroso.
¿Para qué tipo de patologías es útil?
El tratamiento con ondas de choque es particularmente efectivo para patologías crónicas o en las que otros métodos convencionales no han dado resultados satisfactorios.
Patologías en las que se utiliza con mayor éxito:
- Fascitis plantar: Es una inflamación de la fascia plantar, una banda de tejido en la planta del pie. Las ondas de choque pueden reducir significativamente el dolor y acelerar la recuperación.
- Tendinitis calcificada del hombro: En casos donde se producen depósitos de calcio en el tendón, las ondas de choque ayudan a romper estas calcificaciones y reducir la inflamación.
- Epicondilitis lateral-medial o “codo de tenista-golfista”: Esta inflamación de los tendones en la parte exterior o interna del codo responde bien a las ondas de choque, que alivian el dolor y restauran la movilidad.
- Tendinopatía rotuliana o “rodilla de saltador”: Es una lesión común en deportistas que realizan saltos repetitivos, y se encuentra en el tendón que conecta la rótula con la tibia. Las ondas de choque aceleran la curación y mejoran la función de la rodilla.
- Síndrome de dolor miofascial: Este dolor crónico que afecta a los músculos y tejidos conectivos puede aliviarse con ondas de choque, ya que disminuyen la tensión y mejoran la circulación en el músculo afectado.
- Síndrome de estrés tibial o “periostitis”: Lesión común en corredores que causa dolor en la espinilla. Las ondas de choque ayudan a reducir la inflamación y promover la recuperación del hueso y los tejidos circundantes.
Beneficios del tratamiento con ondas de choque
Este tratamiento ofrece numerosos beneficios, especialmente para personas que buscan alternativas no invasivas a la cirugía o que han probado otros métodos sin éxito.
Principales beneficios destacan:
- Resultados rápidos: Muchos pacientes notan una reducción del dolor y mejora de la movilidad desde las primeras sesiones.
- Tratamiento no invasivo: No requiere cirugías ni procedimientos invasivos, lo cual reduce el tiempo de recuperación y los riesgos asociados.
- Pocos efectos secundarios: Los efectos secundarios son mínimos, como enrojecimiento o sensibilidad temporal en la zona tratada.
- Eficacia en patologías crónicas: Es especialmente útil para problemas crónicos que no han respondido a tratamientos convencionales.
¿Existen contraindicaciones?
Aunque es una terapia segura, hay algunas condiciones en las que no se recomienda el uso de ondas de choque:
- Personas con trastornos de coagulación o que toman anticoagulantes.
- Pacientes con tumores o cáncer en la zona a tratar.
- Mujeres embarazadas, especialmente en ciertas áreas del cuerpo.
- Personas con infecciones activas o fracturas en el área de tratamiento.
- También debe evitarse en casos de prótesis o implantes metálicos en la zona a tratar
- Personas con problemas cardíacos graves o con un marcapasos.
Es fundamental realizar una evaluación médica completa antes de iniciar este tratamiento para asegurarse de que es la opción adecuada.
¿Cuánto tiempo tardan en hacer efecto las ondas de choque?
El tiempo de respuesta al tratamiento con ondas de choque puede variar según la persona y el tipo de lesión. En general, muchos pacientes empiezan a notar una mejoría en el dolor y la movilidad entre 2 y 4 semanas después de iniciar las sesiones. Para otros, la mejoría puede ser más rápida o lenta, dependiendo de factores individuales como la gravedad de la lesión, el área tratada y la respuesta del organismo al tratamiento. Se recomienda realizar un seguimiento con el especialista para evaluar los progresos.
¿Qué hacer después de una sesión de ondas de choque?
Después de una sesión, es recomendable evitar actividades físicas intensas y dar un descanso a la zona tratada durante al menos 24 a 48 horas. Es normal experimentar algo de sensibilidad o leve inflamación, que suelen desaparecer en un par de días. Aplicar hielo de forma moderada puede ayudar a aliviar cualquier molestia. También es importante mantener una comunicación abierta con el terapeuta para seguir cualquier indicación específica y optimizar los beneficios del tratamiento.