La osteopatía es una técnica que, sin ser intrusiva, está recomendada para pacientes con lesiones crónicas, que ya se han sometido a distintos tratamientos sin obtener resultados positivos estables en el tiempo.
Cada paciente es un mundo y padece la lesión de manera muy diferente, por eso, el tratamiento que necesitará cada paciente evolucionará con el tiempo y se irá adaptando paulatinamente. Si la lesión es de larga evolución, requerirá de más paciencia. Si el dolor es agudo las sesiones serán más frecuentes. Por otro lado, los tratamientos osteopáticos que podemos llamar de “mantenimiento”podemos hacerlos cada mes, cada 3 meses o semestrales como control.
El tratamiento osteopático en adultos y en niños no es doloroso, quizás haya alguna técnica que pueda resultar un poco incómoda, pero tu osteópata en todo momento estará atento a tus reacciones y se adaptará a tus sensaciones. En niños el tratamiento utiliza técnicas más suaves.
– Puede mejorar hernias de hiato, úlceras, reflujo, patologías genito-urinarias, como cistitis, amenorrea o trastornos menopáusicos.
Afecciones en la columna vertebral: cervicalgias, dorsalgias, lumbalgias, artrosis, tortícolis, latigazos cervicales post-accidente de tráfico.
– Problemas discales: protrusiones o hernias discales, problemas degenerativos, ciáticas, braquialgias.
Afecciones de los ligamentos o musculares no neurológicas, tendinitis, contracturas, esguince, etc.
– Afecciones articulares periféricas: molestias en los brazos, hombros, muñecas, rodillas, tobillos, pies, caderas, mandíbula.
– Trastornos respiratorios: bronquitis, bronquiolitis, asma, neumonía, respiración bucal.
– Trastornos digestivos: acidez, flatulencias, reflujo, hernia de hiato, estreñimiento.
– Trastornos uro-ginecológicos: incontinencia urinaria, menstruaciones irregulares o dolorosas, amenorrea, problemas durante el embarazo, malposiciones uterinas, cistitis de repetición.
– Trastornos de la articulación temporomandibular (ATM): ruidos, subluxaciones, dolores articulares, bruxismo.
Migrañas y cefaleas
– Compresiones craneales o faciales por parto con fórceps o ventosas
– Otitis, sinusitis
– Vértigos
– Neuralgias: de Arnold, del trigémino, hormigueo en las manos o los pies.
– Trastornos posturales en niños: genu var, genu valgo, actitudes escolióticas.
– Trastornos del comportamiento en niños: inquietud, trastorno del sueño.
– Trastornos digestivos en niños: cólicos del lactante, estreñimiento, problemas de succión.
– Problemas de oclusión en niños.
– Trastornos derivados de la práctica deportiva.