Fisioterapeuta: ¿Sabes cuándo debes ir a visitarte?
Si buscas una respuesta categórica a esta pregunta, seguramente te estarás volviendo loco debido a que cada artículo de Internet te dice una cosa distinta, ¿verdad?
Por alguna razón o por otra, debemos ir a una clínica de fisioterapia. Hoy se ha convertido en un hábito para muchos pacientes, que han descubierto que esta terapia no se trata ni mucho menos de tumbarse en una camilla y recibir un masaje. Eso sí, muchas personas se hacen la misma pregunta de primeras.
¿Cuando es el momento?
Lo cierto es que depende mucho de cada persona y su situación. No es lo mismo un deportista en búsqueda de mejorar su rendimiento deportivo o curar una lesión que arrastra hace tiempo, o una persona con un problema de espalda que le está haciendo la vida imposible.
Acudir a un centro de fisioterapia es una decisión inexcusable!
Fisioterapeuta ¿Cómo saber si es un buen profesional? Observa cómo trabaja:
¿Qué hace en la primera visita?
Debes de buscar un fisioterapeuta inscrito en el Colegio de Fisioterapeutas y con una experiencia mínima. Un buen fisioterapeuta realiza primero una batería de preguntas con tal de conocer información más general y después más específica de la persona y su estado de salud. A este proceso se le llama “anamnesis” y es de un valor e importancia muy relevantes, ya que puede incidir muy favorablemente en el proceso de regeneración, readaptación y solución del problema.
Busca un fisioterapeuta que tenga tiempo para ti
Él no te conoce de nada, si ves que dedica tiempo no sólo en tratarte sino en explorarte y sobre todo en escucharte y entender tus necesidades estás delante de una persona que le encanta su trabajo y que a buen seguro dedicará todos sus esfuerzos no sólo a tratar tu lesión sino a que te sientas lo mejor atendido posible.
Después explorará para recoger todos los datos posibles, se inician los tests o pruebas de valoración en fisioterapia, donde extrae los datos objetivos de las cantidades y calidades del movimiento, fuerza, dolor, etc y en general de todas las cualidades, estructuras y/o funciones que el fisioterapeuta crea convenientes. Anotando cada uno de los resultados, que más tarde me guiaran en tu orientación diagnóstica.
Según los resultados se realiza una propuesta de tratamiento y se pautan las condiciones en que se realizará (aspectos relacionados con el tratamiento, sesiones de fisioterapia, ejercicios terapéuticos, etc).
La primera visita en fisioterapia es de suma importancia, ya que un correcto diagnóstico en fisioterapia será la primera piedra para construir el bienestar de la persona y recuperar la salud.
¿Cada cuándo debo ir al fisioterapeuta?
Muchas personas piensan que acudir al fisioterapeuta se debe hacer solo cuando sufrimos alguna lesión, o tenemos un dolor que no solucionamos tomando un medicamento, olvidándose por completo de que este no es el único objetivo de ir.
Es más, podríamos llegar a darle la vuelta, si entendernos que la fisioterapia trabaja para evitar lesiones deportivas o de otro tipo, por ejemplo, los dolores producidos por posturas mantenidas en el trabajo. La prevención e información de tu fisioterapeuta para los movimientos correctos en cada actividad será muy importante.
¡Que no te engañen: la cantidad no tiene que ver con la calidad!
Es posible que veas ofertas de bonos de X sesiones de fisioterapia a un precio irrisorio, pero no te fíes de estas promociones en las que lo que se busca es, sin duda, que acudas al centro el mayor número de veces posible con el fin de fidelizarte.
En fisioterapia, como en muchas otras profesiones, la calidad del profesional es importantísima. El tipo de tratamiento que te realicen ha de ser personalizado para cada persona y, muchas veces, menos es más, y una sesión de calidad puede hacer mucho más que cinco sesiones no personalizadas.
Olvídate de ir a tumbarte en la camilla para que te masajeen desde el minuto 1. (a no ser que busques un masaje relajarte) Una buena valoración y exploración conlleva tiempo. Si esto te desespera, piensa: esta inversión de tiempo hará que me trate de forma óptima, lo que reducirá las sesiones.
El proceso de recuperación de una lesión es un proceso activo.
En un principio el peso del trabajo recae en el terapeuta, pero de manera temprana y progresiva irán apareciendo paulatinamente responsabilidades para el paciente, como hacer al ejercicio al finalizar la sesión y realizar unos estiramientos en casa. Es muy importante que seas activo y comprometido con tu recuperación, ya que se dice que el éxito del tratamiento es el 60% del paciente y sólo el 40% del terapeuta.
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