¿Qué es la sacroileitis o sacroilitis?
La sacroileítis o sacroilitis es la inflamación de la articulación sacroilíaca muy dolorosa. Es difícil de diagnosticar y el retraso del diagnóstico contribuye a un aumento en la destrucción de las estructuras articulares complicando su curación.
¿Qué sucede entonces?
El hueso sacro inflamado, concretamente su articulación sacroilíaca, en la parte baja de la espalda de la columna lumbar dará dolor al movernos y al estar sentados. Será particularmente difícil de diagnosticar porque puede tener diferentes causas, que incluyen:
- Autoinmunidad (Artritis reumática por ejemplo).
- Microtraumatismos
- Sobrecarga muscular
- Ejercicio excesivo (mucha exigencia de deporte)
- Asimetría de las piernas (Una pierna más corta que la otra)
- En algunos casos, infecciones.
- Embarazo (por los cambios de la columna)
- Pie plano o Pie cavo
Es un generador de dolor en la columna bastante desconocido e incapacitante, cuyos síntomas, dolor en la espalda baja, dolor en zona lumbar o dolor de piernas, glúteos o nalgas, hacen que se confunda con otras alteraciones nerviosas y radiculares.
También se asocia con la enfermedad de Crohn, la enfermedad inflamatoria intestinal, la colitis ulcerosa y la gota.
¿La sacroileitis es grave?
La sacroileitis no es grave. Es una lesión que mejora con tratamiento de fisioterapia regular. El paciente solo deberá seguir el plan de entrenamiento establecido por el fisioterapeuta, así como evitar los factores que promovieron la inflamación articular, para tener éxito a largo plazo.
Esto es lo que has tener en cuenta para mejorar tu sacroileitis:
- El factor causal que lo haya provocado y su grado de afectación
- El seguimiento de los consejos del paciente
- El buen hacer del Fisioterapeuta
La “suma” de los 3 factores determinará el tiempo que necesitarás para mejorarla.
Grados de afección sacroilíaca:
- Grado O: sacroilíaca normal.
- Grado I: Ensanchamiento de la interlínea.
- Grado II: Esclerosis marginal e irregularidades del contorno articular por erosiones de los bordes articulares.
- Grado III: Esclerosis marginal, inicio de puentes óseos.
Síntomas de la Sacroileitis
Estos son los síntomas contenidos más comunes de la sacroileitis:
- Dolor en la parte baja de la espalda, en las piernas, en las caderas y en los músculos de los glúteos y los muslos. Por lo general, el dolor se hace mucho más agudo al permanecer sentado por un tiempo prolongado y cuando se dan vueltas en la cama aumenta.
- Rigidez: en las caderas y la espalda baja, por lo general este síntoma se presenta después de haber estado mucho tiempo acostado o sentado.
La sacroileitis puede ser bilateral, afectando a las dos articulaciones a la vez, aunque por suerte, no es muy común.
¿Cómo se puede dormir con Sacroileitis?
Para dormir con sacroileitis ponte en la cama con la espalda y la pelvis bien alineadas, en un colchón viscoelástico, los de muelles, son más duros. Utiliza una “esterilla térmica” para relajar y aliviar el dolor, acomodándote con almohadas.
Tienes 2 posturas idóneas:
- Dormir de lado, sobre todo apoyándote del costado que no tienes la sacroileitis, puedes ponerte almohadas entre la piernas para que no se te cierren y estén en contacto las rodillas, así no fuerzas la cadera
- Boca arriba, procurando ponerte una almohada debajo de las rodillas para suavizar la tensión en las lumbares.
Este modelo de almohada “Abraza sueños” es un buen ejemplo para relajar las piernas y apoyar la espalda
¿Se puede trabajar con Sacroileitis?
Sí se puede trabajar con sacroileitis, pero depende dos factores: del tipo de trabajo y del grado de dolor. Cada persona tiene un grado de afectación del dolor y el trabajo puede ser muy activo o muy sedentario. Dependerá de cómo se combinan los dos.
No es lo mismo un trabajo haciendo mudanzas ó que uno en una oficina.
Hay muchas personas que he tratado con sacroileitis, y tras unas sesiones, poco a poco, hacen una vida bastante normal, llegando a tener una buena calidad de vida.
¿Se puede caminar con Sacroileitis?
Sí, se puede caminar con sacroileitis, de echo es conveniente, pero depende del grado de dolor. Cada persona tiene un nivel de dolor que lo limita, por ello, inicia pequeños paseos diarios para irte adaptando y aumentado el tiempo y la distancia que realices.
Cómo sentarse con Sacroileitis
Sentarse con sacroileitis es necesario utilizar una silla alta, ha de tener un cojín cómodo en el respaldo lumbar y en el asiento, con reposa-brazos. No cruces las piernas, levántate cada 30 minutos y procura llevar ropa cómoda.
Es evidente, que sentarse en el sofá como lo hace esta mujer en la imagen es tremendamente perjudicial y no debes de hacerlo nunca!
Técnicas de diagnóstico de la sacroileitis
Existen diferentes técnicas de diagnóstico para identificar la sacroileítis o inflamación articular. Una de ellas, la radiografía simple, pueden mostrar el estrechamiento del espacio articular, fusión, erosión ósea y endurecimiento de los ligamentos.
Otra es la resonancia magnética nuclear. Al tratarse de una prueba no invasiva y sencilla, de alta definición, es muy cómoda para el paciente porque no padece ninguna molestia ni dolor. Lo único que debe hacer es permanecer tranquilo durante el proceso para que las imágenes de la técnica sean lo más nítidas y claras posible.
Importante:
Si no se diagnostica y maneja adecuadamente, la sacroileítis puede volverse crónica. El mantenimiento de la fuerza muscular, apoya y estabiliza las articulaciones sacroilíacas, aumenta la flexibilidad muscular y hace que pararse, sentarse, inclinarse, levantar objetos y caminar, sea menos doloroso.
Test provocativos para diagnosticar la Sacroileitis
Si tres de cinco de las siguientes maniobras de provocación son positivas, el Médico ó Fisioterapeuta puede sospechar una Sacroileitis. El diagnóstico debe confirmarse mediante una prueba radiológica o una prueba de inyección.
- Test de Östgaard: es una compresión empujando el fémur de la articulación sacroilíaca
- Test de Faber: es una tracción en la cara anterior de la articulación sacroilíaca
- Test de compresión: es una compresión empujando el hueso ilíaco para comprimir la articulación sacroilíaca
- Test de Gaenslen: es una torsión de la articulación sacroilíaca
- Test de “Signo de dedo”: es una compresión empujando el hueso ilíaco desde atrás.
- Test de Lasègue: es la elevación de la pierna con dolor y comparada con la no dolorosa.
Diferencia entre disfunción de la articulación sacroilíaca o sacroileitis:
Las dos patologías son causas de dolor en la artículación sacroiliaca, dolor de la espalda baja que puede extenderse a la pierna. La disfunción es una “mala función de la articulación que no ha de reproducir dolor necesariamente. La sacroileitis si produce dolor.
¿Qué puede causar la disfunción de la articulación sacroilíaca?
La causa de la disfunción de la articulación sacroilíaca pueden ser movimientos anormales en la articulación, que pueden ser por poco movimiento o mucho movimiento.
Causas de la Sacroileitis
Son muchas las posibles causas para que se presente la sacroileitis, las que verás a continuación son las más comunes:
- Enfermedades que tienen relación con la espondilitis anquilosante, la artritis de la columna vertebral, la psoriasis, el lupus y otras condiciones reumatológicas en la columna vertebral, cualquier espondiloartropatía (significa enfermedad de las articulaciones de la columna vertebral).
- Otra de las causas es la artritis degenerativa u osteoartritis localizada en la parte de la columna vertebral. Cuando esto pasa, empiezan a deteriorarse las articulaciones del sacro y toda la zona se inflama causando mucho dolor.
- Los traumas o golpes en la región baja de la espalda, en la cadera o en los glúteos, también pueden provocar la sacroileitis, en especial cuando estos golpes se dan en condiciones como caídas severas o accidentes automovilísticos.
- En las mujeres puede presentarse como consecuencia del embarazo o del parto debido a los cambios y la presión a la que se someten las articulaciones sacroilíacas.
- Otra posibilidad que provoca que se desarrolle esta afección, son las infecciones en las articulaciones del sacro como la osteomielitis (infección de la columna vertebral que se esparce por las venas y provoca dolor e inflamación), es una de las razones por las que puede presentarse la sacroileitis.
- Infecciones en las vías urinarias, Endocarditis y uso y abuso de drogas intravenosas.
- Las personas que tienen el denominado antígeno HLA B27 son de predisposición para desarrollar finalmente esta enfermedad y tienen mayor probabilidad para desarrollar la enfermedad.
Tratamiento para la sacroileitis
El tratamiento para la sacroileitis, depende directamente del grado de lesión de la articulación y de la agudeza de los síntomas que padece el paciente. Existen varios tipos de tratamiento para lidiar con esta afección, pero la gran diferencia se basa en utilizar la cirugía o NO.
Tratamientos No quirúrgicos:
Cuando la enfermedad se encuentra en sus primeras fases, es posible tratar la sacroileitis utilizando uno o más tratamientos que no tienen que ver la cirugía. Si se detectan a tiempo los síntomas, no es necesario recurrir a este tipo de procedimientos quirúrgicos.
- Tratamiento de terapia manual: nos ayudará a normalizar el rango de movimiento en las articulaciones y equilibrar el sistema muscular.
- Ejercicios activos para la sacroileitis: como realizar una rutina física diseñada por un Fisioterapeuta que incluya ejercicios de estiramiento y aeróbicos que no impliquen movimientos de alto impacto. Hacer deporte no ha de ser contraproducente!
- Reposo y descanso: una de las primeras medidas que deben considerarse, es detener temporalmente las actividades que pueden empeorar esta condición, tales como los trabajos pesados y/o deportes. Esto ayudará a ir reduciendo la inflamación paulatinamente.
- Tratamientos de Termoterapia y Crioterapia: cuando se inflama alguna parte del cuerpo, se puede acudir al uso de terapias de calor y frío que ayudan a aliviar el dolor y reducir la inflamación simultáneamente.
- Cuidar tu posición al dormir: otra de las claves para tratar la sacroileitis, es mejorar la postura que tenemos al momento de dormir. Si notas que el dolor es peor cuando te levantas o cuando estás acostado, intenta moverte a una posición en la que te sientas más cómodo. Por lo general el alivio se siente cuando se duerme de lado con una almohada entre las piernas para mantener las caderas bien alineadas o boca arriba.
- Medicamentos y Infiltración en la articulación sacroilíaca: es necesario acudir al médico para que recete según su criterio profesional
- Terapia Biológica en el caso de ser una sacroileitis por una enfermedad reumatoidea: están basadas en la administración exógena de diversos tipos de moléculas sintéticas, relacionadas con la respuesta inmunitaria. El uso de las terapias biológicas se ha extendido en los últimos años debido a la observación de una buena respuesta, y a que se ha llegado a plantear a estas terapias como el tratamiento de rescate en determinadas situaciones clínicas. Pero no hay que olvidar que se trata de pacientes seleccionados por las circunstancias de mala respuesta (uso compasivo) y en un número de casos muy reducidos.
Tratamiento quirúrgico
La última opción cuando se presenta la sacroileitis, es la cirugía. No se recomienda acudir a ella como una primera opción nunca. Cuando el dolor es insoportable, tanto que limita las actividades normales, y ninguno de los tratamientos anteriormente mencionados funciona, el paciente puede requerir una intervención quirúrgica.
¿Qué empeora la sacroileitis?
Empeora la Sacroileitis la falta de actividad física adecuada, el sobrepeso, posturas incorrectas mantenidas durante mucho tiempo y el estrés prolongado. Es esencial mantener un equilibrio entre la actividad y el descanso, adoptar posturas ergonómicas y mantener un peso saludable para mitigar el impacto de la sacroileitis en el día a día.
¿Qué puedo tomar para la sacroileitis?
1. Antiinflamatorios no esteroides (AINEs): Estos medicamentos, como el ibuprofeno o el naproxeno, son comúnmente usados para aliviar el dolor y reducir la inflamación en las articulaciones sacroilíacas. Funcionan inhibiendo la producción de sustancias químicas inflamatorias en el cuerpo.
2. Analgésicos: Los analgésicos como el paracetamol pueden ser útiles para aliviar el dolor asociado con la sacroileitis. Sin embargo, no tienen propiedades antiinflamatorias, por lo que es posible que no sean tan efectivos para reducir la inflamación.
3. Corticosteroides: Los corticosteroides, como la prednisona o la cortisona, pueden ser recetados en forma de tabletas o inyecciones para reducir la inflamación en las articulaciones. Estos medicamentos pueden ser especialmente útiles cuando el dolor es severo.
4. Medicamentos biológicos: En casos más graves de sacroileitis, se pueden utilizar medicamentos biológicos como los inhibidores del factor de necrosis tumoral alfa (TNF-alfa) o los inhibidores de interleucina para modular la respuesta inmunológica y reducir la inflamación.
5. Relajantes musculares: En algunos casos, se pueden recetar relajantes musculares para aliviar los espasmos musculares asociados con la sacroileitis y reducir el dolor.
6. Medicamentos para la osteoporosis: Si la sacroileitis está relacionada con una condición de osteoporosis, los medicamentos para fortalecer los huesos y prevenir fracturas pueden ser recomendados.
7. Terapia biológica: Los medicamentos dirigidos específicamente a las moléculas y procesos biológicos implicados en la inflamación pueden ser considerados como una opción de tratamiento más avanzada.
Es importante recordar que la elección de medicamentos y el enfoque terapéutico dependerán de la gravedad de la sacroileitis, la causa subyacente y las necesidades individuales de cada paciente. Siempre es recomendable consultar a un Médico antes de iniciar cualquier tratamiento y seguir sus indicaciones cuidadosamente.
Resumen
- Es difícil diagnosticar el dolor mediado por la articulación sacroilíaca porque las molestias que se presentan son similares a las de otras causas de dolor de espalda.
- Las pruebas Rayos X ayudan a excluir otras fuentes de dolor lumbar. La resonancia magnética nuclear, la tomografía computarizada y las gammagrafías óseas de la articulación sacroilíaca no pueden determinar de manera confiable si la articulación es la fuente del dolor.
- Las infiltraciones analgésicas controladas de la articulación sacroilíaca son la herramienta más importante en el diagnóstico.
- La sacroileítis suele ser la primera manifestación de espondiloartropatías más complejas como la espondilitis anquilosante, la enfermedad inflamatoria intestinal, la enfermedad de Crohn, la psoriasis y la enfermedad reumática.
- Ninguna técnica de diagnóstico por sí sola puede detectar la disfunción con alta sensibilidad y especificidad. Las técnicas disponibles, como la tomografía computarizada o la resonancia magnética, no pueden diferenciar a los pacientes sintomáticos de los asintomáticos.
- El conocimiento de la predisposición genética a la sacroileítis puede ser útil para el diagnóstico y la formulación de regímenes de tratamiento, y puede conducir a una reducción sustancial de la gravedad y duración de la enfermedad, y a un mejor desempeño del paciente.
Recomendación
Antes de elegir cualquier tratamiento para la sacroileitis, es recomendable acudir a un profesional de la salud que recomiende la mejor alternativa para cada caso. En Penadés Terapia te puedo orientar sin compromiso y recomendarte cual es la mejor opción para curar tu Sacroileitis. La Sacroileitis se puede curar !!!
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Referencias Bibliográficas de evidencia científica:
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